El Camino del Norte - Camino Primitivo (I) , © by Mercedes Izquierdo ,2013



«Quien va a Santiago y no al Salvador visita al siervo pero no al Señor»


           
Desde que el hombre es hombre, no se ha conocido una humanidad más centrada en el “yo, mí, me, conmigo” que ésta en la que hemos nacido. Se vive por y para el culto del cuerpo. Tanto tienes tanto vales, da igual de dónde proceda el dinero. Somos narcisistas, egocéntricos, superficiales y todos somos conscientes de que vivimos en una sociedad con la más profunda  crisis moral y ética, desde que el hombre salió de las cavernas. La televisión no deja de recordarnos casos de corrupción, el paro y el egoísmo que nos rodea. Vivimos en medio de prisas donde los lazos familiares se han diluido, y los amigos, son nuestros amigos, en la medida de que sirvan para nuestros intereses. Cargamos con nuestro desarraigo  en ciudades multiculturales llenas de gentes,  viviendo en pequeñas jaulas. Desde ellas vemos el mundo a través de una pantalla  de televisión o un ordenador. Cuando uno piensa, que  tras publicar en Facebook, “mi padre ha muerto, estoy hecho polvo”, surgen veinteC, llega el momento de plantearse la vida, y de buscar un algo más.
No se sabe bien el qué, pero buscas silencio, lo natural, escapar, huir, caminar… Ver la luna y las estrellas,  buscar refugios en templos que se hicieron para la meditación y la oración. Encontrarte  contigo mismo y con esa realidad trascendente que buscas. La necesidad de saber que esta vida no puede ser sólo esta lucha sin sentido, es la que movió a los peregrinos de la Edad Media y es la que motiva a que en cualquiera de las etapas del Camino de Santiago, aún en nuestros días sigamos encontrando a gente con sus mochilas y chubasqueros. Ahí los tienes con los ojos puestos en la meta, sin importarles la fatiga, caminando por las vías francesas que aparecían en el Codex Calistinus, o por la Vía de la Plata ( Ruta Mozárabe o de Andalus) o la que nos ocupa en este trabajo, la ruta del norte. Soy amante del románico y soy peregrina, así que acepto el reto de este trabajo sobre uno de los caminos para encontrarnos con el Patrono, más desconocido y del que apenas hay documentación.

Decía Juan G. Atienza:
Peregrinar- o buscar visceralmente, que al fin y al cabo significa lo mismo- es, pongo la mano en el fuego, la querencia más antigua vivida por el ser humano, que comenzó peregrinando mientras buscaba sus medios de subsistencia[1]

            El Prof. Ramón Yzquierdo  Perrín[3], nos comenta que múltiples son los caminos como múltiples son los orígenes de los peregrinos. Por los caminos medievales y antiguas calzadas, seguramente  que casi por todos pasarían peregrinos, pero eso no les hizo valerse el nombre de caminos de peregrinación. Sólo aquellas que se convirtieron en habituales para miles de personas, llegaron a recibir ese nombre. Y el Camino del Norte o Primitivo, lo merece por méritos propios a pesar de que no podamos acudir al Liber Sancti Iacobi o Codex Calistinus, ya que como decía  el Padre Antonio Viñayo[4],  no sabemos la razón por la que el famoso manuscrito silencia la peregrinación a Oviedo. Pero aun así, hay bastantes testimonios de esta ruta desde el S. XII al XIX.
           
Una de las fuentes es un manuscrito del que sólo se conservan dos copias, titulado “Narratio de reliquias a Hyerosoolyma Ovetum usque translatis. Sequuntur earumdem miracula”. Una copia está en la Biblioteca de Cambray, (manuscrito número 804); y el otro en la de Sir Thomas Phillips en Cheltenhaus, Oxford (manuscrito 209)[5], este manuscrito está lleno de anécdotas de peregrinos como el de la endemoniada que al llegar a Oviedo por un milagro es curada.

La historia del camino primitivo comienza con el rey Silo y su esposa Adosinda  que trasladan la corte asturiana desde Cangas de Onis a Pravia. Desde allí el rey Mauregato (783-788) promueve de una forma definitiva el camino de Santiago.

El rey asturiano Mauregato, estableció su corte en Pravia en la costa asturiana del Palacio de Silo, sólo quedan unas columnas y poco más. Este hecho lo recoge el Beato de Liébana y Heterio de Osma, que hacia el año 785, dirigen a Elipando, Arzobispo de Toledo su “Tratado Apologético del Prelado”.  Y el propio Beato de Liébana, compone entre los años 783-788, un himno litúrgico dedicado a Mauregato y en honor del Apóstol Santiago. Así que con este himno comienza el culto jacobeo y la devoción por Santiago, mucho antes de la tradición de la batalla de Clavijo (Rioja) en el año 844
 Así en el “Breviarium” de Beato de Liébana se expresa:

“¡Oh Apóstol dignísimo y santísimo, cabeza refulgente y dorada de Hispania, defensor poderoso y paterno especialísimo!”
“¡Oh Santiago!, escucha piadoso al Rey Mauregato, y dale amorosamente tu ayuda”…Asiste piadoso a la grey que te ha sido encomendada; sé dulce pastor para el rey y para el clero, y para el pueblo…”

Ya en el año 813, tras la aparición del cuerpo del Apóstol en el castro céltico de Amaea, Teodomiro, obispo de Iria Flavia se lo comunica al rey de Asturias Alfonso II el Casto, quien a su vez lo notificó al papa León III y al emperador Carlomagno. El culto a Santiago se extiende por toda Europa.    Alfonso II peregrinó hasta al sepulcro jacobeo fundando tres iglesias, una dedicada a Santiago a la que dotó con el señorío de las tierras circundantes, otra a San Juan Evangelista y una tercera dedicada al Salvador, a San Pedro y a San Juan Evangelista, en la que se instaló una comunidad de monjes benedictinos para encargarse del cuidado de la tumba y el mantenimiento del culto del Apóstol.

Desde estos primeros años acuden  peregrinos  de diferentes países y cuenta la leyenda del "Pseudo Turpín", que el emperador Carlomagno (768-814) arribó entre los primeros. Cuenta la leyenda que una noche, se intrigó al ver un camino de estrellas que contempló en el cielo y que desde Aquisgrán pasando por las Galias y Navarra, finalizaba en el Finisterre hispano. En sueños el Apóstol Santiago le dijo:
"El camino estrellado que has visto en el cielo significa que marcharás a Galicia al frente de un gran ejército para librar mi sepulcro del dominio sarraceno, y que, después de ti, todos los pueblos irán allí en peregrinación pregonando las maravillas de Dios, hasta la consumación de los siglos".
Continúa la leyenda relatando cómo Carlomagno vence a los musulmanes y se postra ante el sepulcro del Apóstol. A la muerte de Carlomagno se dice que sobre su relicario se dibujaron dos regueros de estrellas en memoria de esta peregrinación.
Así y por orden alfabético, Fontana, Lurdos, Manier, Moissac, Montigny, Obispo de Arzedajan, Racq, Sobieski… Hablan de Asturias y de sus rutas jacobeas, los Itinerarios ingleses en verso, las Guías extranjeras de peregrinos, las Canciones de Peregrinación[6]
.           
Otro rey de Asturias, el sucesor de Alfonso II, Ramiro I, nos cuenta Ramón Yzquierdo, también peregrinó y además se relaciona con la concesión del voto de Santiago, de tanta trascendencia para la sede compostelana.
            
Así que desde el siglo IX, se puede decir que reyes y peregrinos hicieron la ruta, utilizando la vía romana citada en el Itinerario de Antonino y en el Anónimo de Rávena. Los que procedían de otros países desembarcarían en los puertos de Asturias y algunos cruzarían los Pirineos por Irún o Somport, siguiendo hasta tierras de Álava, como explica la Historia Silense.
            
Hay noticia de que en el año 1070, la peregrina Oria,  que era bruja de nacimiento, estaba además poseída, se convirtió en Jaca, en un convento de monjes negros pero Satanás no quería abandonar su cuerpo como no fuera en San Salvador de Oviedo o Santiago y el milagro aconteció en la Cámara Santa, donde el arcediano de la catedral luchó durante días contra el demonio, después de golpes con la Cruz de los Angeles y agua bendita, abandonó el cuerpo de la joven

El rey Alfonso VI, que visitó  Oviedo en 1075, fue peregrino del Camino Primitivo a través del Puerto de Pajares, a su lado iban el Cid y su hermana Urraca.
          
  Sabemos que ya en 1188, en el Camino leones que sube a Oviedo, en el Puerto de San Isidro, ya existía un hospital en lo alto del Puerto, fundado por los monjes de Pardomino para pobres y peregrinos que a veces perecían de frío, en la dureza de este camino.




La persona que más hizo por esta ruta fue Alfonso IX, tal y como explica el Padre Antonio Viñayo, ya que con su labor edificadora (Creó hospitales, iglesias, monasterios y caminos), y tras promulgar en 1228, la constitución de los peregrinos “en camino hacia los templos del gloriosísimo Apóstol Santiago o de San Salvador de Asturias”.
            
En las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, concretamente en la Primera, se dice que los peregrinos son “los que andan en pelerinaje a Santiago o a San Salvador de Oviedo”.
            En el siglo XIII, ya existen en Oviedo la rúa Francisca y la rúa Gascona y encontramos el “Camino Francisco”  (Camino de León), en Tineo, y ya en el XVI el Camino de Santiago  que parte de Oviedo a Galicia. En Caravia, hay una fuente que se sigue llamando de los romeros

            En 1383, Juan I afirma que “Oviedo es lugar santo y devoto, e muy abonado de cuerpos sanctos, e de reliquias muy suntuosas, más que ninguna de las otras Eglesias Catedrales de España.” (Viñayo González, 1991)
            Oviedo y Santiago, entran en rivalidad y en el siglo XVI, lo atestigua la chanson: “Quien va a Santiago y no a San Salvador, visita al criado y olvida al Señor” (Viñayo González, 1991)
            San Salvador de Oviedo, produce en el peregrino una mezcla de fascinans y tremendum-. Fascinans,  porque es un lugar santo, dedicado al Salvador y lleno de reliquias del Antiguo y Nuevo Testamento, y el tremendum (terror), es por lo peligroso de este camino con puentes que se cuelgan sobre abismos, bosques salvajes repletos de osos y lobos. (Yzquierdo Perrín, 2003)

En las Chansons de pelerinaje, el peregrino Fontana que pasa la noche del 16 de agosto de 1539, nos cuenta que:

…“perdido  en la niebla buscando la Colegiata de Arbas, sin poder divisar ni el camino ni el monte, bajo aguaceros tan tenaces, que tal parecía como si las cataratas del cielo, las fuentes del abismo y la ira de los vientos hubieran desencadenado el diluvio (…) a la mañana siguiente sentí fascinación por un país tan bello que talmente parecía el paraíso deliciano, y no pude menos que cantar O Asturia, bella Asturia”.


3.-  TRAZADO Y VÍAS DEL CAMINO PRIMITIVO

MAPA CAMIN

CAMINO  PRIMITIVO[1]

Trazado del Camino

En la página  de la Federación de Amigos del Camino de Santiago, encontramos esta variante de la  ruta original que va de Oviedo a Compostela, (la cual tomaban muchos peregrinos del Camino Francés que desde León tomaban la desviación para visitar a El Salvador ovetense). 

Camino de El Salvador: 

León, Carvajal de la Legua, Villalbura, Cabanillas, Cascantes, La Robla, Puente de Alba, Perdilla, Nocedo de Gordón, Pola de Gordón, Beberino, Buiza, Pobladura de Tercia, Santa María de Arbas del Puerto, Pajares. A partir de Casa de Tibigracias existe otra opción más fácil de recorrer dirigiéndose hacia San Miguel del Río, Santa Marina y Llanos de Solmerón uniéndose en Puente los Fierros. De otro modo se puede continuar desde Pajares hacia Flor de Acebo, Romía de Arriba, Navedo, La Muela, Puente los Fierros, La Frecha, Vega del Rey, Vega del Ciego, La Pola de Lena, La Vega, Vilallana, Ujo, Mieres del Camino, La Peña, Copián, Padrún, Olloniego, Picullanza, Venta del Aire, San Miguel, Caxigal, La Manjoya y Oviedo.


A continuación iremos haciendo una parada en el patrimonio artístico más destacado que encontramos en el Camino Primitivo.

 OVIEDO

            Seguimos con el Padre Viñayo González, que nos explica que la sacralidad de la Catedral de Oviedo tiene que ver con la historia de la traslación del Arca Santa –de Jerusalén a África, de allí a Cartagena, luego llegará a Toledo y por fin a Asturias-, la calidad de las reliquias y santidad es la que fue el reclamo para la peregrinación. Tales reliquias, según consta someramente en el propio acta de apertura del arca (del que se realizaron 2 copias, permaneciendo una en el interior del arca, y del que tenemos noticia a través de una copia del s. XIII), habían llegado a Asturias desde Toledo -adonde habían sido trasladadas "desde distintos lugares" por los cristianos-, a principios del s. VIII, para evitar que cayeran en manos de los árabes, ante las perspectivas de ocupación de Toledo por parte de éstos, tras la derrota del ejército hispano-godo en Guadalete. Tradiciones literarias posteriores, como la noticia proporcionada por el manuscrito nº 99 de la biblioteca de Valenciennes (fines del s. XI), o la  narración de la traslación del arca, de Jerusalén a Toledo, insertada por el obispo de Oviedo Pelayo en el "Liber Testamentorum" (hacia 1118), complementan, sin contradecirla en nada, la somera información acerca del traslado del mencionado tesoro espiritual.

El Arca contiene, Huesos de los Profetas, fragmentos de la Santa Cruz, de la Sangre, del Pan de la Cena, de la Piedra del Sepulcro, de la Tierra Santa, de la Túnica repartida en suertes, del Sudario. Además de vestidos de la Virgen, de la leche de la Virgen. Huesos de san Pedro, san Pablo, santo Tomás, san Esteban, Santiago el menor, san Andrés, san Juan, san Bartolomé. De san Juan Bautista, de María Magdalena, santos Justo y Pastor, santos Adriano y Natalia, san Mamés, santa Julia, santos Verísimo y Máximo, san Germano, san Baudilio, san Pantaleón, san Cipriano, santa Eulalia, san Sebastián, san Cucufate, del palio de san Sulpicio, de santa Ágata, santos Emeterio y Celedonio, san Romano, san Fructuoso, santos Augurio y Eulogio, san Víctor, san Lorenzo,  santos Justo y  Rufina, santos Servando y Germano, san Liberio, santos Máximo y Julia, santos  Cosme y Damián, santos Sergio y Baco, san Esteban Papa, san Cristobal, vestido de san Tirso, san Julián Pomerio (obispo de Toledo), san Félix, san Pedro exorcista, santa Eugenia, san Martín, santos Facundo y Primitivo, san Vicente levita, san Fausto, san Juan, santa Inés, santos Simplicio, Faustino y Beatríz, santa Eulalia (de Barcino), santos Emiliano y Jeremías, san Rogelio, san Siervo, santa Pomposa, y otros muchos (fuera del arca).

 

Es uno de los edificios de la Sede Regia de tiempos de Alfonso II, que nos ha llegado tras sufrir transformaciones en el S.XII; le servía de vestíbulo la Torre de San Miguel. Su modelo arquitectónico es un martyria romano de doble planta. La parte alta es la propiamente Cámara Santa y está dedicada a San Miguel Arcangel. Su ábside alberga una espléndida colección de reliquias y piezas medievales. De las piezas de orfebrería destaca la Cruz de los Ángeles símbolo del reinado de Alfonso II y que podemos ver en el escudo de Asturias. Cruz de oro, con alma de madera que mandó hacer Alfonso II, en el 808 aportando diferentes entalles y camafeos clásicos. En el anverso se decora, con gemas dispuestas geometricamente y una delicadisima filigrana de oro; en el reverso podemos ver en el centro un camafeo y,  en los brazos, una inscripción que dice “Alfonso,humilde siervo de Cristo”.

Tambien podemos ver la Cruz de la Victoria, regalada por Alfonso III a San Salvador de Oviedo, alma de madera, recubierta de láminas de oro, rica decoración en gemas, filigrana y esmalte, en el reverso podemos leer el nombre de los donantes, fecha y lugar de fabricación (castillo de Gauzón, en la ría de Aviles).


 
Otro de los tesoros de la Cámara Santa, es un díptico bizantino del año 539, propiedad del Consul Flavio Stratego Apión, pieza única en España; La Caja de las Ágatas, regalo de Fruela II y su esposa a la Catedral; el Arca Santa, regalo de Alfonso VI en el 1075 con motivo de su peregrinación…
La Catedral del Oviedo, aneja a la Cámara Santa, se mandó construir en el siglo XIV,el obispo Gutierre de Toledo, derribando la basílica prerrománica de San Salvador, fue terminada en el siglo XVI por Rodrigo Gil de Hontañón. Factura imponente la del retablo mayor que se puede equiparar al de Toledo o Sevilla, es obra de Giralte de Villaquiran.
Además los peregrinos encontraban en la ciudad monasterios, conventos, iglesias y siete hospitales (La Magdalena, San Nicolás, San Julián, San Juan, Nuestra Señora, San Sebastián y Santiago)
El Santo Sudario de Oviedo llegó a la bella ciudad asturiana después de un largo itinerario.    Los primeros cristianos debieron conservar en Jerusalén una serie de objetos directamente relacionados con Jesús. Según la tradición, estas reliquias se conservaban en lo que se llamó el Arca Santa.     Hacia el año 614, ante  la inminente invasión de los persas, se hizo necesario poner a salvo el arca con las reliquias. Según los datos de la tradición, el  presbítero Filipo fue el encargado de llevar las reliquias hasta Alejandría.    El empuje de los persas en África dio lugar a nuevos traslados, de modo que el arca con las reliquias llegó a España.  El obispo de Ecija, San Fulgencio, acogió a los huidos, que llegaron a la península por Cartagena, y puso las reliquias en manos de San Leandro, obispo de Sevilla, que era al mismo tiempo su superior y su hermano. Más tarde, cuando San Ildefonso fue nombrado obispo de Toledo, se llevó consigo el arca con las reliquias.
    En la primera mitad del S. VIII, una nueva arca -de roble- sale de Toledo en dirección al norte, esta vez coincidiendo prácticamente su traslado con la invasión musulmana y llegando a Asturias -según diversos autores- entre el 812 y el 842.
    Para albergar tal tesoro, Alfonso II el Casto mandó construir la llamada "Cámara Santa", que inicialmente sería la capilla de su palacio, y que hoy se halla incorporada a la Catedral gótica que se edificó posteriormente. Desde ese momento la denominada "Arca Santa" y su contenido han recibido la veneración constante de los asturianos, a pesar de las diversas vicisitudes históricas

NARANCO:  Bordeando el monte, los peregrinos se encontraban con Santa María del Naranco y San  Miguel de Lillo, joyas prerrománicas del arte ramirense asturiano.
           
Las crónicas asturianas atribuyen a Ramiro I ( 842-850), la importante labor constructiva en el Monte Naranco. La Crónica de Alfonso III, versión rotense del S. IX, nos dice:
              «Ramiro, fundó una iglesia en memoria de Santa María en la ladera del monte Naranco, distante de Oviedo dos millas, de admirable belleza y perfecta decoración, y, para no decir más de su ornamento, abovedada con muchos centros de bóveda, construida solamente con piedra y cal. Si alguien quisiese encontrar un edificio semejante a este, no lo encontrará en Al Andalus»
            
El complejo arquitectónico al que pertenecía este edificio también comprendía la cercana iglesia de San Miguel de Lillo, erigida a tan solo cien metros de distancia. Sin embargo, a causa del derrumbamiento de la cabecera y de parte de las naves de San Miguel, el Aula Regia fue transformada en iglesia, probablemente durante el siglo XII, pues la crónica silense de 1150 ya lo registra como templo de Santa María. El edificio se ubica en la ladera meridional del Monte Naranco donde existía un bosque en el que abundaba la caza. La ausencia de un ábside destinado a contener el trono del rey hace pensar que el edificio hubo de tener carácter de palacio de campo o residencia real dedicada al ocio.1

El templo fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en diciembre de 1985
             
En el lugar denominado Ligno, levantó Ramiro I, un templo que al menos desde el S.XII, tiene la advocación de San Miguel de la cual dice la Historia Silense, siglo XII:
«Sí en verdad, construyó Ramiro I, bajo la advocación del arcángel Miguel, en la ladera del monte Naranco, una hermosa iglesia, que cualquiera que la ve atestigua que nunca hubiese visto otra de pareja belleza. La cual conviene bien al victorioso arcángel Miguel, pues, por la voluntad de Dios, dio el triunfo al príncipe Ramiro sobre los enemigos en todas partes»

TINEO

La ermita de San Roque constituye otro hito importante en el Camino de Santiago a su paso por Tineo. Nada sabemos a ciencia cierta de la fundación de la misma, tradicionalmente otorgada su fundación al propio San Roque, confesor francés que nace en Montpellier, que repartió su fortuna entre los pobres y empecinado luchador contra la peste en sus caminatas hacia Santiago de Compostela.

 FONSAGRADA


El Camiño de Santiago (¡Estamos ya en tierras gallegas ¡) sube por el casco antiguo de la villa, bajando hacia poniente, camino de Padrón (donde existe un albergue de peregrinos en funcionamiento), antes de buscar la encrucillada da Santa Cruz. Seguidamente, esta vereda se acerca a Vilardongo -por la capilla- para encontrarse con la vía buronesa cerca de Pedrafitelas, antes de seguir por encima de Montouto ("monte outo") buscando O Muradal. En Montouto encontramos los restos del antiguo hospital de Santiago de Montouto, fundado en 1357 por el rey de Castilla Pedro I el Cruel, con el fin de ofrecer acogida a los peregrinos que se dirigían a Compostela por el Camiño Francisco desde Asturias. A pocos metros encontramos las grandes piedras de un dolmen neolítico. Finalmente, el camino pasa por Paradavella ("parada vella"), topónimo que de nuevo nos indica el paso por estas tierras de una ruta de peregrinación, antes de llegar al municipio de O Cádavo.


El real hospital de Santiago de Montouto, era un antiguo albergue de peregrinos, situado en las inmediaciones de Fonsagrada, en particular a las afueras de la aldea de Montouto, fue fundado en el 1357 por orden del rey Pedro I de Castilla, apodado "El cruel", el albergue dejo de usarse como tal y se abandonó a mediados del siglo XX.


La localización del hospital varió con el paso de los siglos desplazándose de su emplazamiento original, cerca del menhir de Peña Labrada a su situación actual al lado del Dolmen de Montouto. Todavía es posible encontrar algún cazador de reliquias en las inmediaciones del hospital viejo buscando (saqueando) restos arqueológicos como monedas antiguas de metales preciosos.
El hospital era el primero en Galicia, en la ruta jacobea entrando por denominado Camino primitivo.

LUGO

Lugo es una ciudad amurallada desde hace veinte siglos, es decir una plaza muy segura para los hombres del medioevo por lo que sin duda, cuando en el siglo IX el Rey Alfonso II el Casto se desplazó a Iria Flavia y empezaron los peregrinajes a aquella región, esta era una de las ciudades más importantes del mundo cristiano y por tanto núcleo de confluencia de casi todas las rutas que se dirigían al sepulcro del apóstol
El centro de Lugo, la antigua Lucus Augusti, está rodeado por una Muralla romana de 2.266 metros de circunferencia. Esta impresionante fortificación, una de las más grandes de su tiempo, se erige entre finales del s. III y comienzos del s. IV durante tiempos críticos para la ciudad desde el punto de vista político y militar. Además, es la única en los tres continentes por los que se extendió el Imperio Romano que conserva íntegro su perímetro.
Por esta razón, el 2 de diciembre del año 2000 la UNESCO inscribió oficialmente la Muralla de Lugo en la lista de monumentos. Además de las murallas encontramos  las Termas Romanas (siglos I y II), de las que se preservan diferentes partes como el apoditerium y el caldarium, o el puente romano, que aunque fue construido en el siglo I, fue reformado y reedificado en los siglos XI, XIV y XVIII. Otras joyas arquitectónicas de esta ciudad gallega son las capillas de la Soledad, de San Roque y del Carmen; las iglesias de Santa María A Nova, de Santo Domingo y de San Froilán, que perteneció al antiguo hospital de San Juan de Dios; el convento de los Padres Franciscanos.
Se carece de noticias de lo que pudo haber sido la primera iglesia de Lugo desde su temprana evangelización, posiblemente en el siglo I, hasta los tiempos del obispo Odoario, a mediados del siglo VIII.
Sabemos que este obispo, a quien evoca un acróstico medieval en una piedra colocada sobre la puerta interior oriental de acceso al templo, llevó a cabo la restauración del edificio entonces preexistente.
Por un diploma de Alfonso II, fechado el 27-III-832, conocido a través de una redacción posiblemente interpolada más tarde, sabemos que la catedral odoariana era un edificio de gran belleza, por lo que el Rey Casto lo adoptó como modelo para construir la catedral de Oviedo.
En el primer tercio del siglo XII el edificio se hallaba en unas condiciones tales que obligaron al obispo Pedro III con su cabildo y otras personas notables de la ciudad a concertar en 1129 con el maestro Raimundo la construcción de un nuevo templo conforme al estilo arquitectónico entonces imperante, el Románico.

La catedral actual es, por tanto, de estilo predominantemente románico; su construcción se inició en 1129 y finalizó en 1273. Fue diseñada por el maestro Raimundo de Monforte y dedicada a Santa María, en su advocación de la Virgen de los Ojos Grandes.
Una de sus joyas más destacadas es el retablo mayor, obra de Cornelis de Holanda, dañado a consecuencia del Terremoto de Lisboa de 1755. Tras ello se decidió dividirlo en varios fragmentos, los dos mayores de los cuales se encuentran actualmente en ambos extremos de la nave de crucero.

La catedral posee el privilegio papal de exposición permanente del Santísimo Sacramento, de ahí el cáliz y la hostia que aparecen en el escudo de la ciudad con la leyenda Hic hoc misterivm fidei firmiter prifitemvr (Creemos con fidelidad en este misterio), en referencia al misterio de la Eucaristía y que se trasladó al propio escudo de Galicia. Este hecho hace que se denomine a Lugo como la ciudad del Sacramento.


CAMINO DEL NORTE O DE LA COSTA

Al norte de la península Ibérica encontramos el Camino de la Costa, una ruta costera que, desde Irún, recorre las provincias de Guipúzcoa, Vizcaya, Cantabria y Asturias para adentrase en Galicia y llegar a Santiago de Compostela. Junto con el Camino Primitivo, conforman el llamado Camino del Norte.
El camino transita paralelo a la costa,  es un trazado más duro que el tradicional camino Francés. Son más de 800 km que se suelen realizar en 34 etapas si se va a pie.
 Pese a la dificultad, es una de las rutas que más en alza se encuentra en los últimos años.




VERDENORTE.COM. (2005-2013). Recuperado el 7 de FEBRERO de 2013, de http://www.verdenorte.com/camino-de-santiago-por-el-camino-del-norte



[1]  Federación Española de Amigos del Camino de Santiago (2011). CAMINO DE SANTIAGO, CAMINO DE LAS ESTRELLAS. Recuperado el 7 de FEBRERO de 2013, de http://www.caminosantiago.org/cpperegrino/caminos/caminover.asp?CaminoId=2


[1] G.Atienza, J. (1993). EN BUSCA DE GAIA: LAS ENSEÑANZAS DE LOS MAESTROS CONSTRUCTORES DEL CAMINO DE SANTIAGO. EL SECRETO DE LOS SANTUARIOS Y MONUMENTOS DE LA RUTA SAGRADA. BARCELONA: ROBINBOOK.

[2] Atienza, Juan  G. (1992). LA RUTA SAGRADA. BARCELONA: ROBIN BOOKS.
[3] Yzquierdo Perrín, Ramón (2003). LOS CAMINOS A COMPOSTELA: EL ARTE DE LA PEREGRINACIÓN. MADRID: EDICIONES ENCUENTRO.
[4] Antonio Viñayo González (Otero de las Dueñas, Carrocera, 1922 - León, 13 de diciembre de 2012) fue un eclesiástico y estudioso español. Especializado en la historia medieval de León y su provincia, fue autor de más de cincuenta libros, fundamentalmente sobre arte e historia, aunque también sobre teología. Fue abad de la Colegiata de San Isidoro de León desde 1971 hasta su jubilación en 2003, cuando fue nombrado abad emérito
[5] Publicado en Asturias Semanal,  en el número del 19 de julio de 1969. Dicho artículo fue publicado también en el Tomo I de las obras de Juan Uría Riu, “Los vaqueiros de alzada y otros estudios. De caza y etnografía”.  Biblioteca Popular Asturiana, Oviedo, 1976.
[6] VIÑAYO GONZÁLEZ, ANTONIO (1991). CAMINOS Y PEREGRINOS: HUELLAS DE LA PEREGRINACIÓN JACOBEA. LEÓN: ISIDORIANA EDITORIAL.

BILBIOGRAFÍA:

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