De cataros, fieles del amor , templarios, trovadores y sufis.
Guillermo IX , conde de Poitiers y Duque de Aquitania, es el primer trovador cuyo nombre conocemos. Este caballero y poeta estuvo en las Cruzadas, luchando en Tierra Santa y también estuvo presente en la Cruzada Ibérica, en las tierras de al-Andalus. Tanto en ultramar como en la Península acabó teniendo contacto con la cultura árabe y el esoterismo musulmán en sus diferentes corrientes, incluyendo el sufismo. Sufismo como escuela heterodoxa que a través del Amor y el misticismo pretende llegar a Dios. Fue este personaje quien puso los cimientos de la trovadoresca y la poesía provenzal. La vida de este caballero a la vuelta de la guerra se divide en días componiendo poemas y noches de tertulias con doctos maestros musulmanes, particularmente con los místicos sufies de origen andalusí. Los versos de estos maestros hablan de una dama ideal, de deseo, embriaguez, amor y regocijo en la unión con ella. Celebran la sensualidad, los placeres de la vida, la belleza, el amor...e inclu