Uno de los grandes mitos de la literatura árabe en al-Andalus, fue sin duda el de LOS SIETE DURMIENTES DE EFESO. la leyenda cuenta como huyen estos jovenes por discrepancias religiosas, de su comunidad. Conocí este mito por una sevillana muy antigua que cantaba mi padre, tan enraizados están estos temas en Extremadura y Andalucía que se conservaron a través del folklore y la memoria popular de la población.
La leyenda de los siete durmientes describe cómo siete jóvenes cristianos, todos nacidos en Efeso, intentaron escapar de la persecución a la que los sometió el Emperador Decio entre 249 y 251. En la versión posterior de este relato, según se cuenta en La Leyenda Dorada, se revelan los nombres de estos siete cristianos: Maximiano, Marco, Martiniano, Dionisio, Juan, Serapio y Constantino. Temiendo por sus vidas, los jóvenes huyeron a una cueva de Efeso y finalmente se quedaron dormidos, despertando muchos años después en el siglo V, durante el reinado del emperador cristiano Teodosio II. Los siete temían por su destino. Malco en un intento por tranquilizar a sus compañeros, valerosamente se comprometió a ir a Efeso a comprar un poco de pan e intentar obtener más información. Cuando llegó a la ciudad recibió un fuerte impacto al ver una cruz cristiana sobre la primera puerta. Cuando vio la misma cruz en todas las puertas de la ciudad, creyó que estaba soñando. A continuación accedió al centro de Efeso. Cuando llegó a la panadería y mostró el dinero para comprar el pan, el panadero, bastante intrigado por el aspecto extraño de las monedas, le preguntó si había encontrado un tesoro, ya que no había visto monedas como aquellas desde hace muchos años. Malco escuchó en la tienda a gente que hablaba de Jesús y quedó más confundido todavía, preguntándose qué estaba pasando, por lo que pensó: “Ayer nadie se atrevía a pronunciar el nombre de Cristo y hoy todos lo reconocen. No debo estar en Efeso, pues la ciudad parece distinta(…)”.
Efeso, actual Turquía |
Preguntó a un transeúnte cómo se llamaba la ciudad y, al asegurarle que se trataba de Efeso, se quedó asombrado. Entonces el panadero quiso saber dónde había encontrado las monedas, pero Malco insistió en que era su dinero. El hombre no le creyó y Malco fue llevado ante el gobernador quien, de nuevo, le hizo preguntas sobre el tesoro, mientras que él insistía en que eran sus propias monedas y que sus padres vivían en la ciudad. Al dar sus nombres para confirmarlo, resultó que nadie había oído hablar de ellos y pensaron que estaba mintiendo. Cuando preguntó por Decio pensaron que se estaba haciendo el arrogante y no le creyeron. Tras explicar lo que le había ocurrido a él y a sus amigos, Malco llevó al obispo, al gobernador y a la multitud que los seguía, a la cueva, donde descubrieron a los otros seis hombres. Entonces se dieron cuenta que Malco decía la verdad y que se había producido un milagro. Los siete hombres fueron bendecidos por todos, incluido el emperador Teodosio.
Esa noche, Teodosio tuvo un sueño en el que los siete hombres sugerían que, ya que habían dormido enla cueva hasta que dios los había despertado, volverían a hacerlo hasta que Dios los despertara una vez más, al final de los tiempos. Por ello se dice que en la actualidad los siete durmientes de Efeso siguen dormidos en su cueva, esperando la llamada final de Dios. La cueva se halla en el mismo recinto de Efeso, entre las grutas del antiguo monte Pilón, en el que María Magdalena recibió sepultura.
Los arqueólogos han descubierto que el lugar donde se encuentra la cueva de los siete durmientes estuvo anteriormente ocupado por un cementerio del siglo IV que incluía una tumba monumental, de unos dos pisos de altura, con diez cámaras subterráneas. Poco tiempo después, aunque es difícil precisar la fecha, se construyó una gran iglesia sobre estas cámaras subtrerráneas con un templo rematado en forma de cúpula, un presbiterio cuadrado elevado con un ábside, un altar y una sala de entierros abovedada. Había símbolos cristianos por todas partes y se añadieron otras 700 tumbas más al recinto. Este complejo de cuevas constituía un importante lugar de peregrinación a principios del período bizantino.
En la segunda parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, su protagonista se dirige hacia la Cueva de Montesinos, donde se entera de una misión que le está reservada por su gran valor y destreza, la que le aguarda en el futuro, y que consiste en desencantar a los caballeros de Montesinos y Durandarte, quienes además de doña Belerma, Doña Ruidera y sus siete hijas y dos sobrinas, llevan ya 500 años embrujados, con desencantamiento anunciado para el fin de los0 le responde: «Es poner en Dios el alma pura e inmaculada, tal como el hombre la ha recibido en depósito». Seth, el hijo de Adán, es, según la tradición islámica, el primer caballero consagrado por entero al servicio divino, mientras que sus hermanos se dedican a dominar el mundo. El ángel Gabriel trae a la Tierra una túnica de lana verde con la que se viste Seth, y vuelve al Cielo con la noticia de que existe un hombre enteramente consagrado al servicio divino. Los hombres de la Futuwah, los caballeros espirituales, no serán ni laicos ni monjes, es una nueva categoría de hombres que supera la época de los claustros, y que serán llamados «Amigos de Dios»”.
Este es también el ideal que proponen a los cristianos escritores como Chrétien de Troyes o Von Eschenbach en sus historias de la búsqueda del Santo Grial, intimamente relacionadas con el Temple como vimos en la anterior entrada del blog. En éste confluyen, de alguna manera la caballería espiritual del Islam y la de la Cristiandad en la Orden del Temple. Seleukis agrega que “de acuerdo con la tradición islámica, encontramos a Abraham como continuador de la Futuwah, convirtiéndose en el iniciador y padre de todos los caballeros místicos de la fe. La Futuwah engloba entonces a todos los héroes de la Biblia junto con los caballeros cristianos y a los Siete Durmientes que menciona el Coran. El ideal sufí de la caballería consiste en una comunidad de caballeros que engloba toda la tradición abrahámica”.
Muchos autores sufíes han identificado al Imán esperado en el Islam, con el Paráclito del Evangelio de Juan, de manera que caballería sufí y caballería cristiana templaria coinciden por encima de las religiones. Los caballeros espirituales, «amigos de Dios», perpetuamente jóvenes, forman, generación tras generación, el linaje de la gnosis nunca interrumpida pero ignorada por la masa de los hombres. Esta estirpe es la tradición misma. Para ocupar un lugar en ella es preciso pasar por un segundo nacimiento. «No puede entrar en el Reino el que no haya nacido por segunda vez» dice el Evangelio de Juan”.
Esta antigua leyenda cristiana había entrado en la literatura islamica a través de su inclusión en la azora XVIII del Corán, titulada "La Gente de la Caverna", Dicha azora es del segundo periodo de la Meca (615-618 d.C) y pertenecía a relatos que habían llegado a Muhammad a través de sus contactos con los cristianos. Esta leyenda fue sobre todo importante para los chiies, y está enraizada en el "Apocalipsis del Islám", ya que toca el tema de la resurrección anticipada o ra^ya, Inspirado en leyendas vinculadas a mitos como "el angel y el ermitaño", la búsqueda de la vida eterna y la Fuente de la Vida de la Vida de la Novela de Alejandro, estas leyendas fueron recogidas por Jacobo de Sarug y de esta forma llegaron al Profeta. El lugar cultural de encuentro es sin duda el siriaco, que es el punto de contacto entre lo oriental, y lo griego y es de allí de donde procede el desarrollo de la leyenda en el Islám.
Todo apunta a que el origen de la leyenda sea del Oriente Semítico, ya que Jacobo de Sirug (521 d.C) dice que contó el intérprete sirio JUan de Siria, también conocido como Juan de Efeso, cuyo texto sería también la fuente de la inspiración de la versión de Gregorio de Tour y que este a la vez se inspiró de las fuentes "De la Escuela Persa de Edessa". La leyenda cristiana no conserva la herejía, fue literalmente borrada del recuerdo mientras que la versión siria, armenia, etíope e islamica si conserva el origen de la huida de los jóvenes. La leyenda vendría a demostrar que la Resurrección era tanto en la carne como en el espíritu.
La leyenda siria islamica bebe directamente de la tradición de la comunidad de Qumran. De esta forma el personaje Abi-Melek, no sería otro que el Onías de la Comunidad de Qumran. Siendo la leyenda de los durmientes una metafora de la comunidad de Qumran. De ahí que la leyenda se encuentre en tablillas de plomo tal y como aparecieron los documentos de Qumran, En la leyenda se nos dice que los Durmientes descienden de unos artesanos errantes, sayaquila, lo cual es una referencia velada a los rejabitas, los ancestros de la comunidad de Qumran. La cueva es nombrada como Humran, Hiram, Yairam, junto al del perro Raquim o Raqmah, que significa "valle en el que se encuentra el agua", referencia velada a la comunidad esenia de Qumran.
Una de las claves de esta leyenda y su mensaje encriptado está en la palabra al-Raqim, que en principio hace referencia a "escribir", pero que oculta según las fuentes sufiés de al-ANdalus, la referencia a la caverna y a la construcción religiosa que se había construido sobre la caverna. AL Raquim, es además una pequeña ciudad excavada en la roca cerca del Mar Muerto, muy próximo a Ammam. Sin embargo los fatimitas de al-Andalus, identificaran la cueva con Loja y la compararán con la zona de Guta en Damasco. Otros autores árabes0 señalan Toledo o el pueblo de Ocaña, como el lugar de la Cueva de los Durmientes.
"Cerca de Toledo se levanto una montaña donde el arte de la nigromancia tuvo su origen" poema epico aleman de 1250, titulado Biterolf und dietleib.
"He vistos en las toledanas CUEVAS DE HIGARES a un gnomo de mirada perversa, aunque no diabolica, decrépito y agil a su tiempo, vistiendo burdo sayal c0
HERALDO DE MADRID el 02 de Noviembre de 1892:
"¿LAS CATACUMBAS DE TOLEDO?
Nuestro corresponsal en Toledo nos comunica que a unos diez kilometros de esta capital se han descubierto unas cuevas en la Dehesa de Olihuelas, propiedad del Duque de Veragua.
Estas cuevas estan situadas en el vertice de un cerro, presentando al exterior unas aberturas semicirculares, de un metro de altura aproximadamente, por 1,50 de latitud, que dan acceso a una especie de rotonda, de la que parten en dirección N, E y O una inextricables serie de galerias, abiertas a pico sobre piedra caliza, y cuya altura varia entre dos y tres metros.
Los pilarotes que sostienen la techumbre afectan de forma de paralelepipedos, y son de un grueso extraordinario..."
La fantasía popular dice que los subterráneos fabulosos de Toledo se comunican entre sí y van a dar, unos al río, y otros, mucho más lejos, a otras cuevas o subterráneos a varios kilómetros de la ciudad. Una de esas cuevas, por lo menos, es real y auténtica.
Este es el bostan (paraiso) de Xenan Alward en España de la provincia de Toledo: dicen que en este lugar esta la caverna (de los siete durmientes) y el arraquim (piedra escrita) que el Alcoran conmemora; y asi se refiere en el arraquim. Dicese tambien que Toledo es la ciudad del rey Daciano... Y todavia refieren algunos que Toledo es la ciudad del Daciano, prefecto de la gente de la caverna.
Dicese que no lejos de ella hay un sitio llamado Xenan alwarda, donde estan los cuerpos de la gente de la caverna, que permanecen incorruptos hasta el presente; pero Dios sabe la verdad. Y aun mas dicen algunos autores que asi esta escrito en el arraquim." Diccionario Geografico de Yacut, en la edicion alemana de 1866, de Ferdinand Wilstenfeld.
Invocar a los Siete Durmientes era una práctica muy habitual en la Europa medieval y aún sigue vigente en algunos países musulmanes.
Cueva de Higares: Interior |
Una de las entradas a la Cueva de Higares. |