Tito Livio, dijo de Toledo parva urbs, sed loco munita, es decir que Toletum, era una ciudad pequeña pero bien defendida.
Lo últimos trabajos arqueológicos apuntan a que no fue de tan poca importancia como se creía, al fin y al cabo, ayer al igual que hoy, Toledo está en el centro peninsular por lo que iría cobrando importancia como eje de comunicaciones.
Tanto en época romana como visigoda, Toledo, no estaba sólo enclavada en la roca "defensiva" si no que creció en los fértiles terrenos de la Vega. Y todo apunta a que en la roca amurallada estaban los edificios militares y representativos pero la vida, se movía abajo.
Aún así la catedral visigoda seguramente como edificio representativo debió de estar enclavada en la "isla de piedra", y muy seguramente en el lugar donde hoy está enclavada la catedral, ya que alguna exploración ha descubierto la planta de la Mezquita aljama, y además los restos de la planta en cruz griega del edificio visigodo. Debió de ser magnifica por los ornamentos conservados fuera de contexto o los restos de iglesias rurales o complejos monásticos como Santa María de Melque que nos han llegado.
De la Mezquita nos ha llegado un brocal de pozo que se conserva en el Museo de Santa Cruz, así como las columnas de jaspe y los marmoles veteados que podemos ver en la fachada del coro gotico de la catedral.
En el centro de la ciudad, en plena zona comercial al igual que estuvo su predecesora, la mezquita de los viernes, se levantó la catedral. Se precisó incluso más espacio de ahí que se tirara el zoco de los herbolarios, el barrio de la conejería y las tiendas de los perfumeros y barberos, localizadas en la zona de la cabecera. Y ya en el siglo XIV, el Arzobispo Tenorio, edifica el claustro en la vieja alcaná, que fue desalojada en mitad de protestas populares.
La tradición toledana hablaba de que la Iglesia visigoda estaba emplazada donde el pilar de la descensión, y arqueologicamente parece ser que esta tradición es cierta. La construcción visigoda estaría situada en el ángulo noroeste de la Catedral, tal y como revela un estudio gravimetrico que se hizo hace años, donde se veía la planta en cruz griega, justo en esa zona.
Las crónicas musulmanas hablan de la riqueza que poseía esta catedral visigoda. Todo apunta a que hubo una iglesia arriana y que en el año 587 cambió su culto por el católico y que fue sede de los Concilios de Toledo de los años 655 y 675.
Según la Crónica de Ibn al-Kardabus, la Mesa de Salomón, las coronas de los reyes visigodos, vasos de oro guarnecidos de perlas ( ajuar del Templo de Salomón) fueron hallados en esa iglesia, y que por ello ubicaron allí su Mezquita.
De esta época islamica nos queda un capitel que se puede ver en la capilla de Santa Lucía y los 54 fustes que cierran el coro y el brocal del pozo donación del rey Ismail, padre de al-Ma' mum, a la Mezquita que se encuentra en el Museo de Santa Cruz.
En 1085, parece ser que una de las condiciones para la rendición pacifica de la ciudad fue que la mezquita mayor conservara su culto. Pero en el año 1086, aquello cambia. Según los musulmanes, Alfonso VI, incumple su palabra cuando ve que estos no se convierten masivamente al cristianismo y la versión cristiana en De rebus Hispaniae de Ximenez de Rada y la Primera Crónica General que nos dice que el Rey se enfadó y se sorprendió por algo que habían hecho el Obispo Bernardo y su esposa y que algunos musulmanes sabiendo esto, salieron al encuentro del rey en Magán, para cederle pacificamente los derechos sobre la Mezquita. Y así durante el siglo XII, la Mezquita, será la Catedral de Santa María la Aljama, como recogen documentos mozárabes.
En el siglo XIII, tras la victoria de las Navas de Tolosa, se decide que hay que hacer algo con la Catedral de Toledo y es así que en el año 1226. el rey Fernando y el obispo Rodrigo, ponen la primera piedra de la catedral. Terminando su construcción en el siglo XVIII.
La construcción comienza en la cabecera, y aunque oficialmente comienza en el año 1226, sabemos que ya estaba en obras en el año 1222 por una bula papal que permite al arzobispo disponer de un tercio de las rentas de la diocesis para la construcción de la futura catedral. En 1238 y a marchas forzadas se han creado las capillas de la girola.
En el centro de la ciudad, en plena zona comercial al igual que estuvo su predecesora, la mezquita de los viernes, se levantó la catedral. Se precisó incluso más espacio de ahí que se tirara el zoco de los herbolarios, el barrio de la conejería y las tiendas de los perfumeros y barberos, localizadas en la zona de la cabecera. Y ya en el siglo XIV, el Arzobispo Tenorio, edifica el claustro en la vieja alcaná, que fue desalojada en mitad de protestas populares.
La tradición toledana hablaba de que la Iglesia visigoda estaba emplazada donde el pilar de la descensión, y arqueologicamente parece ser que esta tradición es cierta. La construcción visigoda estaría situada en el ángulo noroeste de la Catedral, tal y como revela un estudio gravimetrico que se hizo hace años, donde se veía la planta en cruz griega, justo en esa zona.
Las crónicas musulmanas hablan de la riqueza que poseía esta catedral visigoda. Todo apunta a que hubo una iglesia arriana y que en el año 587 cambió su culto por el católico y que fue sede de los Concilios de Toledo de los años 655 y 675.
Según la Crónica de Ibn al-Kardabus, la Mesa de Salomón, las coronas de los reyes visigodos, vasos de oro guarnecidos de perlas ( ajuar del Templo de Salomón) fueron hallados en esa iglesia, y que por ello ubicaron allí su Mezquita.
De esta época islamica nos queda un capitel que se puede ver en la capilla de Santa Lucía y los 54 fustes que cierran el coro y el brocal del pozo donación del rey Ismail, padre de al-Ma' mum, a la Mezquita que se encuentra en el Museo de Santa Cruz.
En 1085, parece ser que una de las condiciones para la rendición pacifica de la ciudad fue que la mezquita mayor conservara su culto. Pero en el año 1086, aquello cambia. Según los musulmanes, Alfonso VI, incumple su palabra cuando ve que estos no se convierten masivamente al cristianismo y la versión cristiana en De rebus Hispaniae de Ximenez de Rada y la Primera Crónica General que nos dice que el Rey se enfadó y se sorprendió por algo que habían hecho el Obispo Bernardo y su esposa y que algunos musulmanes sabiendo esto, salieron al encuentro del rey en Magán, para cederle pacificamente los derechos sobre la Mezquita. Y así durante el siglo XII, la Mezquita, será la Catedral de Santa María la Aljama, como recogen documentos mozárabes.
En el siglo XIII, tras la victoria de las Navas de Tolosa, se decide que hay que hacer algo con la Catedral de Toledo y es así que en el año 1226. el rey Fernando y el obispo Rodrigo, ponen la primera piedra de la catedral. Terminando su construcción en el siglo XVIII.
La construcción comienza en la cabecera, y aunque oficialmente comienza en el año 1226, sabemos que ya estaba en obras en el año 1222 por una bula papal que permite al arzobispo disponer de un tercio de las rentas de la diocesis para la construcción de la futura catedral. En 1238 y a marchas forzadas se han creado las capillas de la girola.
Pero ¿qué hace especial y única a Santa María de Toledo?
Lo que hace que la Catedral de Toledo sea una obra maestra es precisamente esa girola, con 14 capillas de su cabecera ( lo normal son 5-7) por lo que se tuvo que hacer un abovedamiento muy especial que permitiera realizar esa obra en la doble girola. Esta obra hace que el Maestro Martin, goce de un lugar privilegiado en el gotico europeo. A este maestro masón, le sigue Petrus Petri, que es quien le da el toque hispanomusulmán a las partes altas de la girola y el triforio, otro de los rasgos excepcionales del edificio. No es el lugar para hablar de ese bellísimo Transparente... por lo que nos centraremos en el gotico
Santa María de Toledo pertenece a la "familia monumental" de la Catedral de Bourges, en la que también se encuentra Notre Dame de Paris y Le Mans. La relación con Notre Dame, la vemos en las cinco naves de su planta basilical que se prolonga por los laterales para que por detras podamos rodear el presbiterio en su doble deambulatorio. Este modelo es el que se denomina "planta de salón".
Esta familia monumental, tiene también como caracteristica la gran altura que alcanza la nave intermedia, pero en Toledo se dan características propias. Además de encontrar esa planta de salón sin crucero saliente, y doble girola, y el alzado en cinco naves escalonadas. Encontramos la poca profundidad del presbiterio, que se da desde su planificación por el terreno ( no olvidemos la caverna que hay en el subsuelo).
Además simbolicamente la clave de bóveda del presbiterio es el centro de una circunferencia que incluye la nave del crucero. Esto convierte a la catedral de Toledo en una fusión de una planta centralizada o Martyria ( como el Santo Sepulcro de Jerusalén) con un esquema basilical para culto. Enfatizando y remarcando el ábside con un sistema de abovedamiento ad triangulum, donde se alternan triangulos y rectángulos. Es de esta forma que la girola es la receptora de varios ejes radiales que corresponden a los rectángulos de la bóveda. La capilla Mayor se redujo además por la creación de la Capilla de la Santa Cruz detrás del altar, que permaneció allí hasta la reforma en 1498. Debido a la Capilla de Santa Cruz, se instala el Coro, en el centro. Solución que ya en su día tomara el Maestro Mateo en Santiago. Este espacio privado dentro del espacio, es lo que Chueca Goitia denomina "una invariante castiza de la arquitectura española que nos diferencia de toda la arquitectura catedralicia europea".
Además simbolicamente la clave de bóveda del presbiterio es el centro de una circunferencia que incluye la nave del crucero. Esto convierte a la catedral de Toledo en una fusión de una planta centralizada o Martyria ( como el Santo Sepulcro de Jerusalén) con un esquema basilical para culto. Enfatizando y remarcando el ábside con un sistema de abovedamiento ad triangulum, donde se alternan triangulos y rectángulos. Es de esta forma que la girola es la receptora de varios ejes radiales que corresponden a los rectángulos de la bóveda. La capilla Mayor se redujo además por la creación de la Capilla de la Santa Cruz detrás del altar, que permaneció allí hasta la reforma en 1498. Debido a la Capilla de Santa Cruz, se instala el Coro, en el centro. Solución que ya en su día tomara el Maestro Mateo en Santiago. Este espacio privado dentro del espacio, es lo que Chueca Goitia denomina "una invariante castiza de la arquitectura española que nos diferencia de toda la arquitectura catedralicia europea".
Otra variante castiza del modelo de Bourges, que toma Toledo, es que la nave central es de menor altura que las propociones generales del edificio provocando al igual que en una mezquita, junto a las naves más anchas que el resto de catedrales de europeas, sensación de horizontalidad y no de altura. Lambert, dijo en su día cuando visitó Toledo: "Todo está aplastado"... parece que en vez de dar importancia al cielo... en Toledo simbolicamente se da importancia a la tierra.
yo añado al subsuelo...
Frente a los ventanales y la luz gotica de Europa, en Toledo se nos invita al recogimiento y esa sensación de amplitud horizontal, eso es algo que se percibe nada más entrar. Sevilla, Salamanca, Segovia, Granada y la cabecera de Cuenca se inspiraran en Toledo
Pero lo mejor como solucion arquitectonica es ese abovedamiento ad triangulum, que supera con creces a Bourges, Le Mans o la desaparecida Saint Martin de Tours. Y si bien casi nadie pone duda que el Maestro Martin es francés, nadie duda que Petrus Petri es hispano, por su ascendencia arquitectónica hispanomusulmana, ya que su obra sigue claramente el trazado de la época califal que asimiló de ejemplos toledanos y de la Córdoba recién conquistada. Tras su muerte de nuevo un maestro francés se hace cargo del trabajo, conocedor del gotico radiante. A partir del siglo XIV, la catedral deja de recibir influencias francesas y se sumerge en el gotico toledano que termina con la llegada de los maestros flamencos. Así comienza la época hispano-flamenca de la catedral, cuya figura más importante es Juan Guas.
Vista al exterior la catedral salvo por la fachada occidental que da a la Plaza del Ayuntamiento da la impresion de edificio cerrado, como heredero de la influencia musulmana peninsular.
La bellísima decoración de la Puerta del Reloj, la portada más antigua, pese a su vinculación con el taller de Paris, tiene una clara influencia de la liturgia mozarabe, y donde podemos ver motivos vegetales y danzas femeninas con copas y espadas de evidente inspiración islamica.
Otro día proseguiremos con las diferentes portadas y tesoros catedralicios que guarda en su interior esta catedral.
En las construcciones góticas la Geometría Euclídea, y en especial los ratios phi y pi, fue usada para dotarles de estructura, proporción y belleza; sin embargo, además de los elementos euclídeos existen otros conceptos complejos en las construcciones de las catedrales góticas: efectividad de ocupar espacio, rugosidad y escabrosidad de los detalles que constituyen sus estructuras. La mejor herramienta para describir estos conceptos la ofrece la Geometría Fractal a través del ratio llamado «dimensión fractal». Se trata de un parámetro geométrico, que da una medida de esos conceptos; y que no es atribuible únicamente a elementos euclídeos, sino que además viene generado por el resultado arquitectónico final de estas construcciones.
La transición entre el estilo románico y el gótico (protogótico) se produjo de manera lenta en España por los recelos que despertaban las nuevas estructuras góticas, de carácter revolucionario en ese momento. El primer elemento gótico que se incorporó a la arquitectura española es la bóveda de ojiva, su aparición se efectuó hacia el año 1170, por vía de la Orden del Cister. Una manifestación de este tránsito estaba en el hecho de que algunos edificios se comenzaran a labrar de forma románica y posteriormente se continuaran bajo esquemas góticos. La combinación de ambas formas dan paso a un estilo de transición, que tiene sus principal presencia en Catedrales como la de Ávila (1170) y la de Cuenca (1196 ) .
La segunda vía se produjo en el siglo XIII, durante el reinado en Castilla y León de Fernando III, donde los matrimonios de varios reyes con princesas de las casas de Anjou, Borgoña y Plantagenet motivaron la introducción del gótico francés en la zona central, dando resultado a creaciones como las catedrales de Burgos, León y Toledo . La repercusión mediática del Iter Francorum, la pujanza económica castellana y el protagonismo directo de determinados obispos con espíritu internacional (muchos de ellos formados en París) como el obispo de Toledo Ximénez de Rada y Mauricio el obispo de Burgos, favorecieron el proceso constructivo de dichas Catedrales.
El maestro de obra debía dominar conocimientos matemáticos y en especial la Geometría, tal y como podemos apreciar en los cuadernos de esbozos del arquitecto Villard de Honnecourd . Hay que tener en cuenta que no se disponía de una escala precisa para medir las más pequeñas fracciones de una toesa o un pie y transportarlas luego con certeza a unidades más grandes; por lo tanto, era más seguro tomar un esquema geométrico como base de partida de la construcción; por ejemplo una red constituida por cuadrados, igual que sucedió en las basílicas romanas, pre-góticas y en los campamentos fortificados romanos.
Los arquitectos, además del cuadrado, utilizaron el pentágono, el hexágono, el octógono y el decágono –construibles con regla y compás– para representar, en forma de relaciones geométricas precisas, los planos y los alzados de sus construcciones . El cuadrado, así como el octógono, derivaban de geometrías cuyo modelo era la Jerusalén celestial. Sin embargo, la proporción más perfecta deriva del pentágono y del decágono: dando lugar a la relación armónica o «proporción áurea»
Catedral de Toledo, en el centro
Las dimensiones fractales de la Catedral de Toledo, según el CSIC:
P
Son las siguientes: Planta: 1,58; Alzado: 1,59;
Sección central:
1,51.
http://maestriaarq.blog.com/arq-ma-de-los-angeles-delgado-c/arquitectura-y-los-fractales/
http://informesdelaconstruccion.revistas.csic.es/index.php/informesdelaconstruccion/article/viewArticle/3164/3550
Pérez Higuera, Teresa, Castilla la Mancha 2, La España Gotica, Ediciones Encuentro ,pp 18 y ss.
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